martes, 22 de octubre de 2013

¿Sabías que dormir poco da hambre?

¿Sabías que cuando no se duerme lo suficiente se ingieren casi 300 calorías diarias más que cuando se ha descansado debidamente?, según un estudio de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), dicho efecto afecta principalmente a mujeres, que son quienes más incrementan la ingesta de alimentos en caso de falta de sueño: 329 calorías más frente a las 263 calorías de los hombres.


Calorías buenas y calorías malas


Existen calorías buenas y calorías malas. Las calorías malas son, principalmente, aquellas que se encuentran en el almidón y en los cereales refinados, ya que causan picos de insulina en la sangre, especialmente cuando se tuestan (pan tostado, aperitivos fritos, cereales del desayuno, bollería, patatas fritas…). Las calorías buenas son aquellas que se encuentran en el aceite crudo, la verdura y la fruta fresca, las oleaginosas (nueces, almendras, nueces de Brasil…) y los productos animales no transformados y cocinados a baja temperatura.
Además, son precisamente las mujeres que duermen poco, más aun que los hombres, quienes tienen tendencia a consumir las calorías de más en forma de aperitivos, pizzas, patatas fritas, golosinas y helados.
“El helado es el alimento preferido durante el estado de falta de sueño”, sostiene Marie-Pierre Saint-Onge, profesora adjunta de nutrición en la Universidad de Columbia y autora principal del estudio. “La falta de sueño nos hace comer de más, lo cual deberá tenerse en cuenta cuando se quiera perder peso”.
Un combate contra nuestro propio cuerpo


Anteriores estudios han demostrado que no dormir lo suficiente tiene las siguientes consecuencias en relación al apetito:
Aumenta los niveles de “ghrelina”, una hormona que estimula el apetito.


Disminuye los niveles de “leptina”, una hormona que suprime el hambre y aumenta la velocidad del metabolismo (generación de energía por el cuerpo)
En una vida laboral de oficina, una mujer precisa entre 1.800 y 2.200 calorías diarias, mientras que un hombre necesita entre 2.500 y 3.500. Las 329 calorías equivalen, en el caso de ellas, a un almuerzo ligero de más al día. Asì que recuerda, calcular las calorías sin tener en cuenta el tipo de alimento ingerido no tiene mucho sentido.
Luchar contra el apetito cuando no se ha dormido lo suficiente supone luchar en vano.
Solución milagrosa (a veces)
La solución milagrosa es modificar nuestros hábitos y aumentar el ejercicio diario que a la par de consumir aquellas calorías de más, generará el cansancio suficiente para que en caso de padecer insomnio y otros trastornos del sueño, puedas “caer rendido” al dormir con mayor facilidad.
Otra recomendación a la que puedes echarle un vistazo, es a la de algunos especialistas que recomiendan establecer una rutina que consiste básicamente en acostarse y levantarse a una misma hora todos los días. Es evidente que se adapta mejor a nuestro “reloj biológico”.
Y tú, ¿qué tal duermes?. ¿Tienes alguna rutina especial antes de ir a la cama? Te invitamos a compartir tu experiencia en nuestro blog Karaxa.
 Por: Leilani Salmerón

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